mercredi 27 mai 2009

Mistral

A los ciclones se les nombra y hacemos de ellos personajes de talla humana, aunque sus ráfagas nos lleven de la mano y corriendo. Al mistral, no se le coge nada, su nombre es siempre el mismo, se le huye, y para olvidarnos nos encerramos en las casas, las puertas, ventanas y contraventanas cerradas para ni tan siquiera escuchar el fatigoso ronroneo. Mi bisabuelo catalán siempre hacía mención del mestral como una furia que no dejaba avanzar a los caballos y que hacía volar los sombreros y perderse en torbellino. Instalándome en la Provenza aprendí a decir mistral en occitano, que es la lengua de oc, y como lo conocen en el valle del Ródano. Mi primer mistral me empujó en una calle de Avignon de forma tan agresiva que cogí miedo. Iba helado en pleno verano y cuando llegué a casa noté que había perdido una lentilla de contacto. El mistral es un viento catabático, consecuencia del aire frío sobre las montañas del Macizo Central francés y de los Pirineos. Sopla hacia el sur, hacia el valle de la Garonne, y hacia el valle del Ródano, lo que crea una especie de túnel que hace acelerar el viento. Las ráfagas despejan el cielo y no dejan una nube a su paso, el cielo se torna de un azul puro y límpido. El mistral, como diría mi madre, no deja títere con cabeza, y en lo que concierne a la jardinería, no tiene piedad. Cuando vengo al sur, intento ser el más aplicado de los jardineros, y eso hice durante dos días, rastrillar, barrer, quemar, sembrar, resembrar, regar y disfrutar de la tranquilidad debajo de los enormes platanes, los castaños de indias y los nísperos. Sin contar que al día siguiente el “mestral” odiado por mi abuelo soplaría. He salido al patio para ver los destrozos, las hojas dando vueltas en remolinos, los jazmines sin flores como la madreselva y los rosales. Les regalo un poco de mistral esperando que cese entre esta noche y mañana.

Mistral à Roquemaure

5 commentaires:

Anonyme a dit…

Carlos me ha despertado la curiosidad este artículo, cuando me hice piloto, una de las asignaturas más importantes, además de aprender a volar, era la meteorología, la meteo, como cariñosamente le llamamos en este mundillo. También he intuido por el video que has colgado en tu blog, que se trata de los árboles que se encuentran en el patio lateral de la casa de Roquemaure, los cuales recordamos Yola y yo con mucho cariño.
Recuerdo en mis clases de meteo, que era de obligado estudio, conocer el fenómeno del mistral, cuyo nombre está asociado con la decisión de los romanos de escoger Creta como punto de referencia de la rosa náutica o rosa de los vientos, claro está Roma quedaba situada al noroeste, y de ahí viene lo magnánimo del nombre, y la dirección de tan malgenioso soplar. No hay un piloto que se respete y quiera visitar su zona de influencia, que no lo conozca bien. Como bien dices, las nubes se disuelven en el cielo, y si encuentras alguna, será pequeña, y de forma lenticular, producto de haber sido esculpida por el viento. Así que ya sabes la próxima vez que se te pierdan las lentillas durante un mistral, solo tienes que mirar al cielo.
Un abrazo Vidalito.

cAc a dit…

En efecto, son los castaños del patio, que gimen con el viento a mas no poder. El nispero esta parido y hay que venir pronto, maduraran todos juntos y en una semana el calor los dañara! Ayer el mistral se encabrito de mala manera y todavia hoy sopla, no se si conoces ademas que se para en dias preciso pues un dia, o 3, 6, 9, 12 0 15, nunca mas de quince dias, si eso sucede, entonces los expertos en meteorologia mistraleña se halaran las barbas ante el fenomeno! Gracias por compartir con nosotros estos vientos tan oportunos-inoportunos! Un abrazo, cAc.

cAc a dit…

relee por favor intercalando "sopla" en ...pues (sopla) un dia...
à+C

jecuevas a dit…

Desde luego es para perder los nervios (yo al menos). Tres días seguidos así y creo que me entierro (no encierro). Aun así es algo natural y como tal, digno de respeto. En lugares así me imagino las macetas y las antenas de TV mejor ancladas de la geografía.

cAc a dit…

Je, a todo uno se habitua, aunque sea a la fuerza, y la fuerza del mistral es imprevisible, las antenas de la region bailan a ritmo del viento y las jardineras colgantes hay que evitarlas, las macetas, pueden voltearse pero la experiencia le hara comprar las mas solidas que conozca, los arboles por grandes y robustos que sean, besan la tierra y gimen durante la noche, es ahi donde ud preferiria enterrarse vivo antes que escucharlos durante una larga noche de invierno cuando las ramas se froten entre ellas. Mantener un jardin en el valle del Rodano es cosa de magia y magos parece que hay montones porque a pesar de la rudeza son magnificos, el nuestro no es de esos, durante estos tres ultimos dias la tierra se ha secado y muchas plantas estan calcinadas, pero no le coja miedo al sur de Francia, y mucho menos a esta region donde el sol es generoso y quemante, no olvide que estamos en el Midi!