Primer metro a las cinco y cuarenta y siete de la mañana y cinco minutos más tarde, cambio en St Lazare. Sólo cuatrocientos veinte segundos tarda el metro 14 en depositarme en Gare de Lyon. El TGV ya está en el andén y voy directo a él. Es el primero en dejar Paris por la Provenza, y justo al lado, otro calienta sus máquinas con dirección a Montpellier, a las 06h19, pero no pasará por Avignon. Andenes E y D. La equivocación sería nefasta. Desde mi asiento contemplo la vidriera enorme de la estación. Una voz anuncia la partida inmediata y se cierran las puertas. Siempre me quedo con el deseo de escuchar el pito del tren anunciando que se va…
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