jeudi 29 mai 2008

Euros siguiendo la tradición de los Napoleones y Francos…

Pues si, lo que otros países europeos comenzaron hace ya tiempo, Francia lo hará a partir de septiembre: la puesta en circulación de tres nuevas monedas en metales preciosos. En efecto, al término de las vacaciones de verano, las oficinas de correos en Francia metropolitana, difundirán las piezas de 5 y 15 euros, fundidas en plata y las de un valor de 100 euros fundidas en oro. El anverso de las monedas tendrá como diseño la conocida sembradora que aparece en las piezas del desaparecido franco, sólo que en cada moneda, la sembradora con el tradicional gorro frigio adoptará una posición diferente. La lluvia de estrellas que riega la sembradora simboliza el firmamento europeo. El reverso nos recuerda que Francia es el país de la libertad, la igualdad y la fraternidad y que no hay Francia sin vino y sin aceite de oliva, al decir de las dos ramas que abrazan la leyenda EURO, una de olivo y otra de viña! Las piezas son obra del diseñador Joachim Jiménez y por sus características originales, tendrán solamente valor en el hexágono y no en toda la denominada “zona euro”. El año próximo la ceca de Paris fundirá igualmente en plata, piezas de 10 y de 25 euros. El oro será reservado para la moneda de 250 euros. Alemania pone en circulación anualmente más de diez millones de piezas de un valor de 10 euros y en España y Portugal, circulan piezas de 8 y 12 euros.
Pero si no quiere quedarse sin su pieza de cien euros en oro, inscríbase con tiempo en alguna de las oficinas de correos.

mercredi 28 mai 2008

Los avatares del peso cubano (VIII)

En la primera mitad de los 90, fue emitida una serie de billetes que serían los últimos del Banco Nacional de Cuba llevando en su parte superior la mención de dicha institución bancaria. Sin embargo, en la nueva emisión se plasmó el logo del BNC utilizado anteriormente en la emisión conmemorativa por el XV aniversario de la nacionalización de la banca: el escudo cubano teniendo como fondo la estrella de cinco puntas de la cual salen infinidad de destellos, y de cada lado en la parte inferior del círculo, las hojas de olivo y de laurel, y escrito en semi-círculo en alto BANCO NACIONAL DE CUBA. Esta emisión en papel moneda se alejaba del tradicional billete cubano cuyas figuras emblemáticas se hacían notar por estar incorporadas en medallón. Los billetes dejarán a un lado el medallón, y las figuras históricas se sitúan a izquierda o derecha sin ningún marco. En lo relativo a la paleta de colores, los billetes siempre se habían caracterizado por una gran sobriedad en el diseño y en la uniformidad del color. En los nuevos billetes se usó el color en múltiples tonalidades y los dibujos intentaron ser más vivos. Las nuevas series de billetes aparecieron al mismo tiempo que la crisis se enraizaba en la sociedad cubana. Las autoridades sabían que había un excedente circulando y la inflación no paraba. El dólar norteamericano había sido despenalizado en 1993 y la tasa de cambio en el mercado negro había alcanzado niveles inimaginables. El dólar llegó a comprarse en 150 pesos cubanos.
El billete de un peso representa a José Martí en trazos blanquinegros sobre fondo de diferentes colores con predominio del azul.





En el reverso, la entrada a La Habana el 8 de enero de 1959, donde predomina el color verde olivo de los uniformes, el azul despejado del cielo, la bandera cubana igualmente coloreada como los rostros de los integrantes de la caravana revolucionaria y uno de los edificios de la capital moderna que era La Habana en la década del 50.


Vuelve a emitirse la denominación de tres pesos, esta vez Ernesto Guevara de verde olivo enchaquetado y gorra negra ladeada sobre fondo verde azul.
La cara posterior es casi idéntica a la primera emisión del billete rojo sangre de tres pesos. En lugar de PROPULSOR, ahora está inscrito CHE – PRECURSOR DEL TRABAJO VOLUNTARIO y el dibujo al interior de un medallón informe tiene en tonos pasteles los colores de la caña, del uniforme de soldado y el amarillo yarey del sombrero remplazando la gorra en la persona misma del Che.





Máximo Gómez, en tonos terracota claro es la figura patriótica del billete de 10 pesos. Lentes argentados, cabello encanecido y pañuelo blanco al cuello, el generalísimo parece observarnos estupefacto desde su mudez eterna alcanzada una mañana de 1905. Una novedad de la emisión es la figura de José Martí, a la derecha del billete, sólo visible a trasluz.

Y es que con fondo también terracota y degradaciones rosáceas y lilas, la leyenda es guerrera y de fatiga, fábricas sus torres humeantes, edificios? Escuelas? Ocho penachos de palmas reales, banderas, puños, fusiles… con la leyenda GUERRA DE TODO EL PUEBLO.


Menos turquesa que el azul de la serie de 1961, el nuevo billete de veinte pesos muestra a un Camilo Cienfuegos como lo recuerdan los cubanos que lo vieron entrar en la Habana, sonriente y cálido. Por primera vez, una figura femenina aparece en el papel moneda cubano, ésta vez, es Celia Sánchez Manduley quien asegura la seguridad del billete, en el lado izquierdo.

Quizás por los orígenes campesinos del conocido “Héroe de Yaguajay”, el reverso del billete, mezclando el azul con lilas y rosados, inscribe la leyenda PROGRAMA ALIMENTARIO. Un campo de surcos, el hombre sembrando, la máquina recolectando, el hombre de camisa de trabajo, sudado, saliendo del platanal con un racimo hermoso de varias manos…

El billete de cincuenta pesos de la emisión de 1961 había desaparecido de la circulación aunque no había perdido su curso legal. La década del 90 nace con la puesta en circulación de esta denominación representada por la figura de Calixto García Iñiguez. El color vino es mucho más fuerte en esta emisión que en la anterior, mezclada a verdes tiernos y rosados. A la derecha del anverso la figura de Celia Sánchez como barrera a la falsificación del billete.
Un sólido e imponente edificio capitalino construido al oeste de la ciudad aparece en el reverso del billete. Como reza en la inscripción es el CENTRO DE INGENIERIA GENETICA Y BIOTECNOLOGIA.




De los billetes emitidos en la primera mitad de la década del noventa, solamente tres llevan la cifra en braille en la parte superior derecha, para facilitar la identificación a ciegos y débiles visuales. Son los billetes de diez, veinte y cincuenta pesos.
Pero, seguramente usted se percató que no aparece el billete correspondiente a la denominación de cinco pesos. A lo mejor usted conoce la respuesta o puede ayudarnos a encontrarla! Qué le parece?

dimanche 25 mai 2008

Galeri-ando en Paris: "pages et images 2008"

Asistir al vernissage de « pages et images 2008 » el pasado jueves 22 de mayo en la galería Les Vergers de l’Art [14 rue de Perche, 75 003 Paris] me permitió compartir con viejas amistades, descubrir el alma pictórica de Zoé Valdés y escuchar la lectura de pasajes de obras de un grupo de escritores allí presentes, que también usan el pincel para con trazos bruscos o tiernos, expresar la palabra coloreada.
La lectura estuvo a cargo de Martine Guillaud y Katia Medici, que desbordaron mucha pasión en la complicidad con los escritores-pintores.
No pretendo mostrar un catálogo de las obras expuestas en la galería pero tampoco quiero pasar por alto, aquellas pinturas frente a las cuales me detuve mientras la palabra fluía y la algarabía de los colores se salía de los cuadros.

El color tierno de la canela, la pimienta gris o la negra, o el azafrán violento de los cuadros de Laurette Succar me transportaron “aux marchés des épices” de Estambul o del Cairo...


...y la caligrafía sumergida en colores de Tahar Ben Jelloun rima con la elegancia de los caracteres enraizados de la lengua.



Las páginas arrancadas por Michel Butor a sus cuadernos de escritura devuelven la serenidad a quienes hemos garabateado esas hojas que dejaron de ser blancas por falta de ideas...


Hubert Haddad mostró la dualidad de su pintura con signos vitales de colores tristes…


Martin Melkonian




Richard Morgiève












Lector desde hace muchos años de cada parto editorial de Zoé Valdés, no había llegado el momento de enfrentarme a su pintura. Aunque sabía que pintaba, como imaginarme a Zoé frente a un caballete paleta en mano?

He aquí Zoé distribuyendo zoeños a los que estuvimos con ella en Les Vergers de l’Art!

En el vernissage además de lectura e imágenes, no faltaron las fotos de los amigos de Zoé…











Zoé Valdés conversando con Timour Lam. En compañía de la pintora Maydé, de Tania Assaf-Galindo y la hija de Agustín Fernández.
En la tercera foto, Jacobo Machover, Guy y Alain Ruiz de Zárate.

samedi 24 mai 2008

Los avatares del peso cubano (VII)

En la década del 80, el Banco Nacional de Cuba, además de poner en circulación nuevas series del papel moneda que circulaba desde la nacionalización de la banca en 1961, emitió un billete rojo sangre de tres pesos en cuyo medallón central aparece Ernesto Guevara.
En el reverso de este billete puede leerse CHE – PROPULSOR DEL TRABAJO VOLUNTARIO y el dibujo representa a Ernesto Guevara como machetero en un cañaveral cubano, en los primeros tiempos de la revolución. El color rojo del billete que recuerda al propulsor del trabajo voluntario corresponde al color del cual se bañaron los domingos cubanos cuando el llamado se convertía en tarea nacional. Como hemos visto en la parte VI, el desmantelamiento de los regímenes totalitarios de Europa del Este cambió el mapa geopolítico del orbe y en el caso de Cuba, provocó una crisis económica que casi lleva la isla a la asfixia. Entre 1989 y 1993 el PIB se redujo en un 35%. Una mañana oscura y húmeda de 1990, la población cubana se despertó para comenzar otro día lleno de penurias, pero además, bautizado oficialmente como “período especial en tiempos de paz”. En lo adelante, la dicha denominación dominaría todos los sectores de la sociedad cubana, y evitaría el escalofriante término de “crisis económica”, con todos sus efectos catastróficos. Desde el primer momento, la crisis obligó a una reorientación de las relaciones económicas internacionales. Y por supuesto, la nueva orientación trajo consigo cambios internos en el plano económico con la idea de aliviar la situación y evitar un colapso. Uno de esos cambios fueron las relaciones de propiedad en la agricultura. La inversión extranjera y las empresas mixtas aumentaron notablemente, y una buena cantidad de empresas estatales comenzaron a administrar sus cuentas en divisas. El trabajo por cuenta propia fue estimulado considerablemente, a pesar del férreo control y una claridad comenzó a vislumbrarse en ciertos puntos oscuros de la economía. El turismo, atraído por la curiosidad y por unos días de asueto en las playas de la isla, caminando por las empedradas calles coloniales de Trinidad o boquiabiertos ante el deteriorado estado del urbanismo habanero, fue in crescendo y estimuló a los cubanos a una carrera desenfrenada por trabajar en el sector turístico. Las compras en las tiendas que vendían sus productos en divisas eran sólo para los turistas. La posesión de divisas extranjeras estaba prohibida y los cubanos hacían malabares por entrar y comprar, siempre de la mano de un extranjero. Si bien aquello de pedir a un turista que lo ayudara a “hacer una compra” podía resolver una situación momentánea, que se convertía en riesgo de prisión, también iba resquebrajando valores en la sociedad cubana. No se avizoraba el fin de la crisis y las carencias aumentaban. La emigración clandestina no cesaba. Las visitas al extranjero fueron autorizadas a los mayores de 18 años y siempre de regreso, aunque corrieran el riesgo, traían consigo, buena cantidad del billete verde. Los rumores de una posible legalización de la posesión de divisas se balancearon de una punta a otra de la isla. Mucha gente estaba preparada para ello. En efecto, la autorización de la tenencia de divisas fue dictada a través de un decreto-ley publicado por la gaceta oficial en agosto de 1993. La legalización ocurría treinta y dos años después de la nacionalización de la banca, y no solo reapareció la dualidad monetaria, sino también una multiplicidad monetaria, porque además del moribundo peso cubano y el dólar norteamericano, muchas transacciones internas se realizaban en otro tipo de peso cubano, llamado convertible.













Bailando con Aset en un templo de la danza

Cuando en marzo pasado asistí a la presentación en el auditórium de la Maison de l’Amérique latine del ensayo Después de Giselle*, de la crítica de ballet Isis Wirth, publicado por la editorial Aduana Vieja en su Colección de Arte, me impresionó muchísimo su autora. Sus maneras finas y su cadencia para contar el ballet me subyugaron. Yo admiro a las mujeres de cuello “quasi parfait”, y yo diría que sobre los hombros de Isis Wirth, había uno esbelto y perfecto que armonizaba con sus ojos que danzaban al ritmo de su conversación.
De ballet conozco poquísimo. No obstante, ver bailar a prestigiosas compañías y a excelentes bailarines, si bien no me ayudaron a desembarazarme de mi ignorancia frente a complicados pasos y bailes en punta, al menos me permitieron saborear la majestuosidad de la danza.
Los bailarines del Ballet Nacional de Cuba y particularmente su directora, Alicia Alonso, detestaban la ciudad del Bélico y presentarse en el Teatro La Caridad de Santa Clara era como “bailar al borde del abismo”. Los santaclareños, aunque no eran como los camagûeyanos y los matanceros, provincianos amantes del ballet, se precipitaban a comprar entradas para las tres funciones que siempre tenían lugar en la ciudad. Viernes y sábado a las 9 de la noche y la dominical función de las cinco de la tarde. Apasionados unos y mucho menos otros, la gente colmaba la platea baja, los balcones, y hasta el gallinero del teatro construido por Marta Abreu de Estévez. Un viejo amigo me dijo que el rechazo de los santaclareños estaba dado porque cada vez que la compañía se presentaba, llevaba el mismo repertorio, “El lago de los cisnes”, “El lago de los cisnes” y “El lago de los cisnes”. Yo recuerdo algunas de esas funciones. En La Habana comprendí que el ballet tenía un público y que como todas las junglas, hay que saber perderse en sus vericuetos para entender la perfección y las imperfecciones. Mi primo Luis César me decía que yo era ciego para la danza, que no perdiera mi tiempo en una butaca de teatro y tenía razón…
Recién mudado a Paris, mi amigo Luke Lennon me invitó al Ballet de l’Opéra que presentaba el clásico “Lago de los cisnes”, y no encontré una coartada para evadir la invitación. La última vez que asistí a una función de ballet fue para disfrutar el Casanova de Angelin Preljocaj, también en el Palais Garnier.
Y ahora me encuentro frente a tanta danza literaria bien bailada, en la figura devota de Isis Wirth moviendo sus dedos críticos y apasionados que me cuenta la leyenda del ballet como yo no imaginaba.
Paris, 15 de marzo del 2008.

*La presentación del libro estuvo a cargo de la escritora Zoé Valdés con el concurso de ZV Lunáticas y la Editorial Aduana Vieja.

mercredi 21 mai 2008

Los avatares del peso cubano (VI)

La entrada de Cuba en 1972, en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), que agrupaba a los países del bloque socialista, marcó la década del 70, que también fue pródiga en las relaciones del gobierno con el resto de la comunidad bancaria y financiera internacional. Pero estas relaciones se desestabilizaron en los años 80. En 1975 el Banco Nacional de Cuba para conmemorar el XV aniversario de la nacionalización de la banca, emite un billete de un peso, verde aceituna con cierto tono violáceo al interior del recuadro de la cara, con José Martí en medallón a la izquierda y en el reverso al interior del medallón ovalado, el puerto de Cienfuegos y las instalaciones de la Terminal marítima Tricontinental, con la inscripción QUINCE AÑOS DE DESARROLLO ECONÓMICO.



















La necesidad de recuperar la eficiencia bancaria y descentralizar las funciones del sistema bancario nacional trajo consigo la creación del Banco Popular de Ahorro en 1983. Este nuevo banco se convirtió en caja de ahorro de la población y al mismo tiempo se convirtió en el garante de la deuda contraída entre la Reforma Urbana y las familias que obtenían un contrato de propiedad de la vivienda que habitaban, y que fue la antesala de la primera ley general de la vivienda (LGV N° 48 de 1984).










Banco Popular de Ahorro en Santa Clara. El banco está situado en las antiguas oficinas de Cubana de Aviación
Un año más tarde, un decreto-ley estipulaba la rectoría del BNC y la autorización para crear nuevas entidades financieras. La primera licencia de este tipo fue otorgada al Banco Financiero Internacional, que se especializó en las operaciones en el exterior.
Sucursal del BFI en Santa Clara
La caída del Muro de Berlín, la desaparición de los regímenes totalitarios en Europa del Este y la extinción de la URSS van a alterar la “estabilidad económica” de la isla, que de golpe se ve aislada del mundo y sin mercado para sus exportaciones. El comercio se redujo por encima del 75% y los ingresos en moneda dura disminuyeron a niveles muy bajos. La pérdida de su mercado y de las ayudas financieras que recibía el gobierno fue un choque para el sector económico cubano que se evidenció con la paralización de las inversiones, de los sistemas productivos y de los servicios, entre 1989 y 1993. Por consiguiente, los cambios operados en la carta geopolítica del mundo y el aislamiento de Cuba en el contexto económico y político, van a golpear a la población cubana cuya sociedad aparentemente apacible sentirá los efectos de una crisis para lo cual no estaba preparada…

Quel espoir pour les moines et les habitants du mont Qingchen ?

Nous étions il y a deux semaines dans la province de Sichuan. Après notre départ, la terre est tremblée juste où nous sommes passés deux semaines en parcourant la province, à Chengdu, la capital ; dans la montagne sacrée d’Emei avec son Buddha Géant, à Jiuzhaigou et Huanglong, aux portes du Tibet, en passant par Songpan et Wenchan, cette dernière, zone de l’épicentre, sans oublier notre séjour dans le mont Qingchenshan, montagne sacrée du Taoïsme en Chine, parsemée de temples et de monastères…

Vue de Chengdu, la capital de Sichuan


Nous avons contacté notre guide David, sichuanais lui-même. David, qui était dans le mont Emei lors du séisme, à la descente il a pris part dans le sauvetage des victimes, ayant sauvé seize personnes des décombres. Nous avons demandé des nouvelles de Qingchenshan et nous avons eu ce e-mail de David :

Cher Carlos et Marie-alix,
Je suis triste parce que la montagne de Qingchenshan est détruite, et même sort pour le monastère de Quanzhen et celui de Tianshi, on ne peut pas communiquer avec les moines là-bas, au moins pour l’instant, mais j'espère qu’ils sont bien…
On va prier pour eux,
David.

Le silence fait partie de la montagne sacrée de Qingchenshan. Mais, on ne peut pas imaginer le silence mortel, le silence eternel, des habitants et des moines taoïstes, peut être encore coincés sous les ruines des monastères.
















Monastère Tianshi

Nous prions pour tous. Nous prions pour la petite nonne du Quanzhendang ou Temple de la Complète Vérité. Pour que la vie continue dans la montagne.

La nonne du temple Quanzhen

mardi 20 mai 2008

Y llovió en La Habana esa tarde…

Un nutrido grupo de cubanos residentes en Paris, nos reunimos ayer en la Maison de l’Amérique latine para tocar a la puerta de José Lezama Lima en una imaginaria calle de Trocadero. La aldaba podía haber sonado treinta y tres veces pero los allí presentes nos deleitamos entrando en el número 162 de la casa centrohabanera de la mano de seis de los autores compilados en el libro que acaba de publicar la editorial Aduana Vieja en su estrenada colección Viendo llover en La Habana que dirige William Navarrete.
De regreso a mi casa no pude contenerme y ante la imposibilidad de tocar la aldaba del número 114 de la calle Trocadero, logré comunicar con sus inquilinos que son mis amigos y supe que esa tarde llovió en La Habana. En Paris una brisa fresca, como del mar, lejano, imaginario, entró por las ventanas abiertas del auditórium. Nivaria Tejera nos dejó deshechos con su intervención y hasta hundió a nuestro gran Pepe Triana en un mutismo momentáneo, yo pienso que por tanto recuerdo acumulado de su amistad con Lezama, mientras escuchaba a Nivaria. Yo vi un velo acuoso en la mirada de Triana y mi vista también se veló tratando de imaginarme al autor de Paradiso, caminando con su paso fatigado, jadeante a veces, por la misma acera de Trocadero 114, donde viví varios años. Luego Regina Maestri envuelta en las ochenta y seis vueltas de su turbante, nos hizo traspasar el muro invisible de sus recuerdos lezamianos antes que tomara las riendas del mulo su hija Regina, un mulo adolorido que la humildad lo hace eterno. Y entra Sales en la isla que fue de Lezama para de forma excelente rendir homenaje al escritor y de forma magistral, a la isla, que todavía se estremece de los mismos pesares que atormentaron al inquilino de Trocadero 162. El último aldabonazo, breve, lo dio William, y como nadie estaba para abrirnos la casa del viejo barrio habanero, todos nos apropiamos de un pedazo de la hendija que abrió Navarrete en la madera.


De izq. a derecha William Navarrete, Regina Avila, Nivaria Tejera, José Triana, Regina Maestri y Miguel Sales.

La lluvia habanera se detuvo en las manos hábiles de Latifa Al-Sowayel que prestó el goteo del agua deslizándose por los aleros, cayendo en la acera, y haciendo círculos diminutos en la continuidad de la caída. La lluvia arreció y quedó estampada en la cubierta de Aldabonazo en Trocadero 162.
Intenté dormirme una vez que terminé de leer a treinta y dos de los autores. El texto de Regina Maestri quise guardarlo en mi memoria con la voz de su autora. Pero no me quedó otro remedio que leerlo e imaginar entonces a Regina del otro lado del muro.

Los avatares del peso cubano (V)

En 1959, el Gobierno Revolucionario, entre otros menesteres, tuvo que asumir el delicado control de las finanzas. Inmediatamente fue anunciada la crítica situación financiera que encontraron las autoridades. El gobierno hizo saber que las reservas bancarias estaban agotadas, hecho que no permitía el libre cambio de la moneda. La salida del territorio por parte de miles de familias puso en guardia a las autoridades que adoptaron inmediatamente medidas para frenar la fuga de capitales. Las operaciones y transacciones en dólares fueron restringidas, sin embargo, estas medidas no eran suficientes. Las nuevas autoridades concebían nuevos controles bancarios y para llevar a cabo una nueva política financiera en correspondencia con los cambios que se avizoraban en la economía cubana, entregaron la presidencia del BNC a Ernesto Guevara en noviembre de 1959.
Las series emitidas para entrar en circulación en 1960 llevaban la firma de Ernesto Guevara (Che):























La banca fue nacionalizada así como todos aquellos intereses foráneos y privados, relacionados con las finanzas. El Banco Nacional de Cuba tuvo entonces que asumir todas las funciones comerciales, de fomento y operacionales, ejerciendo así un sistema único e integral. La centralización de todas las funciones inherentes a banco central, de inversiones, de operaciones internacionales, comerciales y de ahorro fueron legalizadas en 1961 a través de la ley N° 930 conocida como Ley orgánica del BNC. La moneda cubana que circulaba hasta ese momento, se había convertido en enemiga de los intereses revolucionarios del gobierno y para frenar el “acaparamiento” y salida ilegal de grandes cantidades, así como para golpear definitivamente a los principales depósitos bancarios, el cambio de moneda se hizo imperativo. El llamado “canje de la moneda” fue instituido de forma obligatoria en 1961. Y comenzaron a circular los nuevos billetes, que en su esquema y diseño eran una continuidad de los billetes emitidos hasta ese momento:
El Apóstol José Martí encabeza las nuevas emisiones de billetes que comienzan a circular en 1961. En la denominación de un peso, color verde aceituna, aparece en su reverso la inscripción ENTRADA A LA HABANA 8 DE ENERO DE 1959 y muestra a los comandantes Fidel Castro y Camilo Cienfuegos junto a otros guerrilleros subidos en un tanque de guerra, rodeados de la caravana revolucionaria venida desde el oriente del país. La silueta moderna de la capital se perfila en el fondo del diseño.
El billete de cinco pesos, de un verde azul como las aguas transparentes que bañan la costa norte de la isla, trae ésta vez la figura del Titán de Bronce en medallón y en el reverso, con fondo de palmas reales, a los guerrilleros avanzando por los campos de Cuba durante la invasión de oriente a occidente. En la inscripción reza SEPTIEMBRE – OCTUBRE DE 1958 INVASIÓN.








Máximo Gómez, el generalísimo que no aceptó la presidencia de la República cuando la independencia de la isla se hizo real el 20 de mayo de 1902, llena ahora el medallón del billete de diez pesos, lugar que antes ocupaba Carlos Manuel de Céspedes. Al voltear el billete, color tierra como gran parte de los suelos cubanos, aparece la inscripción DECLARACIÓN DE LA HABANA – 2 DE SEPTIEMBRE DE 1960, y como del dibujo, los edificios administrativos que rodean la Plaza Cívica, convertida en Plaza de la Revolución e inundada de habaneros y provincianos que se dieron cita para escuchar la alocución de Fidel Castro, investido ya como jefe de la estrenada revolución cubana.









Una nueva figura llenará el medallón ovalado del billete de veinte pesos: el comandante Camilo Cienfuegos, con su sonrisa espontánea y su sombrero de ala ancha. La presencia del “señor de la vanguardia” en el altar de la numismática cubana es el homenaje a un guerrillero clave de los días belicosos de la revolución, que al desaparecer en octubre de 1959, quedó como un hombre humilde y recto en el recuerdo de los cubanos. El reverso del billete azul, de un azul oscuro como las aguas profundas del Caribe, muestra, como está inscrito: 2 DE DICIEMBRE DE 1956 – DESEMBERCO DEL GRANMA, la llegada de los expedicionarios por la costa baja y cenagosa del sur de la provincia de Oriente, por un lugar conocido como Las Coloradas.









La NACIONALZACIÓN DE LAS EMPRESAS EXTRANJERAS – 6 DE AGOSTO DE 1960 como reza en el reverso del violáceo billete de cincuenta pesos, muestra los cambios operados con la “intervención” revolucionaria: La ESSO pasa a manos del recién creado Instituto Cubano del Petróleo (ICP), la UNITED FRUIT deja de ser norteamericana, como el Preston que se convierte en Central Guatemala. Boina ladeada, gorra de soldado, uniforme miliciano portado por hombres y mujeres, fusil en alto con fondo de bandera estrellada, en un billete cuya figura histórica corresponde al general del ejército mambí, Calixto García Iñiguez.