dimanche 10 mai 2009

Máter Madre Mère Mãe Mother Mütter Mатери Günü Matki Maйkat

El primer contacto, el primer sonido, la primera caricia, la sonrisa más dulce, es aquella que Madre nos proporciona. Y madre se queda para siempre, en el más sagrado de los rincones del alma. Tenerla es una mina de riquezas, perderla es la ausencia más dolorosa. No importa de quien haya sido la idea, si de Julia Ward Howe al final del XIX, o de Ana Jarvis a inicios del siglo XX. A la celebración se unió Cuba desde la década del veinte. Unos dicen que fue en Santiago de las Vegas la primera celebración pública en la isla, otros que la primicia la tuvo Puerto Padre. Cuentan mis tías que ese domingo de mayo los hombres portaban en la solapa un clavel, blanco si llevaban con ellos la pena de no tenerla, rojo si la madre les sonreía todavía. Tres mayos ha que mi madre falta. Otros vendrán, ausente ella para siempre. No porto clavel en la solapa como hicieron mis tíos, porto la alegría de haber nacido, de ella, de guardarla en la memoria como un cristal fino que solo yo puedo tocar. Y me uno a la alegría de quienes pueden besar a la suya, pienso en la mía, y hago extensiva mi salutación a todas las madres.
Tres monumentos a la madre quiero así compartir con todos aquellos que por casualidad o por costumbre entren en esta bitácora hoy domingo, y con aquellos, pilongos o no, que alguna vez pasaron frente a ellos sin prestarle atención.
©cAc-2009
©cAc-2009
En el antiguo Hospital de Maternidad de Santa Clara, edificado en la carretera de Camajuaní en las primeras décadas de la República, sobre un pedestal de granito, una madre carga a su hijo y juntan sus mejillas mientras el niño rie gozoso y la acaricia. En el pedestal una placa cortesía del club Lions International Santa Clara, lleva impresa “Las madres son amor, no razón, son sensibilidad exquisita y dolor inconsolable”, fechada 1952-59.
©cAc-2009
©cAc-2009
Más accesible que la del viejo hospital de maternidad, es la estatua colocada en el Hospital Materno de Santa Clara, construido cuando ya iba de pasada la quinta década republicana. La estatua, representa a una madre amamantando al hijo que acaba de traer al mundo y a su primogénito que la acompaña mientras hojea un libro. La estatua es de factura modesta, y en el pedestal dice simplemente MAMÁ.
©cAc-2009
La tercera, una madre sostiene a su hijo, y lo mira como el fruto tierno que ha salido de sus entrañas. Esta estatua, que puede verse desde la acera, está colocada en el jardín de la Logia Perseverantes en la carretera Central. Como lo dice su placa, es un homenaje de la Logia a las Madres del mundo.
Enhorabuena y felicitaciones!

4 commentaires:

Camajuani a dit…

Día de las Madres de separación y nostalgia para los cubanos.

París, 9 de mayo de 2009.

Mi recordada Ofelia,
el Apóstol de nuestra Independencia, el gran José Martí, conoció la cárcel, el exilio y la añoranza por su querida madre desde lejanas tierras allende los mares.
¿Quién nos hubiera dicho a cientos de miles de cubanos, cuando de niños estudiábamos esos poemas y cartas en la escuela, allá en nuestra Perla de las Antillas, que también nosotros nos veríamos separados de nuestras madres a causa del infame régimen de los hermanos Castro?
Desde el exilio Martí escribió a su madre Leonor Pérez:
“Yo sin cesar pienso en usted. Usted se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de usted, con una vida que ama el sacrificio? Palabras no puedo”.

"El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre".

Desde España, el poeta precursor del Modernismo le escribió:

“Mi madre, el débil resplandor te baña

de esta mísera luz con que me alumbro.

Y aquí desde mi lecho te miro, y no me extraña

si tú vives en mí, que venga estrecho a mi gigante corazón mi pecho”.

Una célebre foto nos muestra a Martí en la cárcel. Él la dedicó a su madre con el siguiente poema:

“Mírame, madre, y por tu amor, no llores;

si esclavo de mi edad y mis doctrinas,

tu mártir corazón llené de espinas,

piensa que nacen entre espinas flores”.

Yo le pido a Dios que en nuestra lejana Patria, haga crecer flores entre tantas espinas, para que las madres no sufran más a causa de la ausencia de sus hijos.

Te quiere eternamente,

Félix José Hernández.

cAc a dit…

Hermosos versos de Marti, Félix, y sentida tu carta a Ofelia, toda separacion es brutal, mira cuanto daño nos ha hecho a nosotros. Gracias por la lectura de mis cuitas, los saludo, cAc.

Anonyme a dit…

Gracias una vez mas cAc. Muchas veces se vive en el pueblo sin ver las casas y nunca le habia prestado atencion a estas estatuas.
El antiguo Hospital Materno es el actual Siquitrico, no?
Lindas palabras sobre las madres y muy bellos los versos de Marti Felix. Gracias a ti tambien por poner en palabras algo que duele a tantos cubanso que estamos lejos de nuestras madres.
Que Dios escuche tus palabras.
Saludos
Magtiel J

cAc a dit…

Buenos dias Magtiel, ya notaba su ausencia comentadora! En efecto, de Hospital Materno se convirtio en Hospital Psiquiatrico y después..., bueno, el después viene pronto, y descubrira en qué se ha convertido. Ojala las palabras de Félix sean profesia y las flores nos invadan y despunten las espinas. Ahh, como ve, tenemos un patrimonio del cual enorgullecernos. Hasta pronto!