samedi 11 juillet 2009

Cadaqués (Costa Brava)

©cAc-gi09
Que tiene encanto, lo tiene. Cuando desde un recodo de la carretera alta y sinuosa descubres la bahía, minúscula, azur, la silueta dominante de la iglesia de Santa María alzando su cuerpo de gótico tardío y el ejército de casitas blancas con balconcillos y ventanas de un azul hermano del mediterráneo. O cuando bordeas la bahía a uno u otro lado y sigues disfrutando del paisaje urbano levantado sobre una colina que terminaba en el mar. Un paisaje felizmente ajeno a la sed cementera de los promotores inmobiliarios. Cierto, mucho incidió en esto la ausencia de camino hasta Cadaqués desde tierra adentro, pues hasta los años 50 era sólo accesible únicamente por el mar.
©cAc-gi09

Un chapuzón en una de sus calas le hará estimular el apetito, y Cadaqués tiene una cocina sin pretensión pero que colma los paladares más exigentes, si además el gusto inequívoco por lo simple lo lleva a recalar en La Cala d’Or, escondida en una callejuela empedrada, como todas en el pueblo, blanqueada y calentada por el sol y alegrada por el esplendor de sus buganvilias que hacen olvidar que hemos detenido el tiempo en la calle de la Amargura.


Aucun commentaire: