Para un 14 de octubre estaba señalado el comienzo de la rebelión de 1868. Y es por ello que decidí hoy, y no hace cuatro días atrás, escribir algo sin la presión del almanaque. Creo que tengo una bastante buena memoria, pero aborrezco las efemérides puntuales. Cualquier día puede ser un buen día, para reflexionar, pensar a algo que pasó y nos atañe o para hacer prueba de lealtad con el recuerdo.
Les decía que el levantamiento de los manzanilleros esta previsto para el 14 de octubre. Sin embargo, habiendo recibido Carlos Manuel de Céspedes un aviso de que el capitán general ordenaba su prisión y la de otros conspiradores, la insurrección se puso en marcha el día 9, cuando los hombres abandonaron sus casas y se dirigieron a La Demajagua. El 10 de octubre, reunidos en el batey del ingenio, Céspedes arengó a sus hombres y declaró que aquél era “el primer día de la libertad e independencia de Cuba”, así mismo, hizo tocar por última vez la campana del ingenio llamando a sus esclavos y les anunció que desde aquel momento eran hombres libres. En La Demajagua nació el grito de “!Viva Cuba libre!” y es el lugar donde se dio a conocer el manifiesto que de hecho constituye la declaración de independencia de Cuba.
El domingo 11 de octubre, Céspedes al frente de unos 200 insurrectos mal armados, se dirigió hacia el pueblo de Yara. En Yara se produjo una escaramuza entre una columna española apostada en la plaza y los insurrectos que a gritos de “viva Cuba libre” desembocaron en la misma. En este primer hecho de armas cayó un insurrecto cubano y un soldado español, y Yara fue el punto de referencia del levantamiento que se había iniciado.
En un espacio corto de tiempo, dos hechos se sucedieron y con el tiempo se fundieron en uno: 10 de octubre, Grito de Yara. La historia por tanto, se inscribe por sus hechos, y es por ello que quise salirme del carril de las fechas, pero sin obviarlas por completo. El 10 de octubre de 1868 se produjo el Pronunciamiento de la Demajagua, y el 11 de octubre de 1868 se produjo “El Grito de Yara” en un intento por tomar la plaza. Más que nada, Yara se convertía en símbolo de rebeldía.
Para visualizar el dato histórico, les presento dos sellos de correos y un billete cubano, alegóricos a la fecha.
Les decía que el levantamiento de los manzanilleros esta previsto para el 14 de octubre. Sin embargo, habiendo recibido Carlos Manuel de Céspedes un aviso de que el capitán general ordenaba su prisión y la de otros conspiradores, la insurrección se puso en marcha el día 9, cuando los hombres abandonaron sus casas y se dirigieron a La Demajagua. El 10 de octubre, reunidos en el batey del ingenio, Céspedes arengó a sus hombres y declaró que aquél era “el primer día de la libertad e independencia de Cuba”, así mismo, hizo tocar por última vez la campana del ingenio llamando a sus esclavos y les anunció que desde aquel momento eran hombres libres. En La Demajagua nació el grito de “!Viva Cuba libre!” y es el lugar donde se dio a conocer el manifiesto que de hecho constituye la declaración de independencia de Cuba.
El domingo 11 de octubre, Céspedes al frente de unos 200 insurrectos mal armados, se dirigió hacia el pueblo de Yara. En Yara se produjo una escaramuza entre una columna española apostada en la plaza y los insurrectos que a gritos de “viva Cuba libre” desembocaron en la misma. En este primer hecho de armas cayó un insurrecto cubano y un soldado español, y Yara fue el punto de referencia del levantamiento que se había iniciado.
En un espacio corto de tiempo, dos hechos se sucedieron y con el tiempo se fundieron en uno: 10 de octubre, Grito de Yara. La historia por tanto, se inscribe por sus hechos, y es por ello que quise salirme del carril de las fechas, pero sin obviarlas por completo. El 10 de octubre de 1868 se produjo el Pronunciamiento de la Demajagua, y el 11 de octubre de 1868 se produjo “El Grito de Yara” en un intento por tomar la plaza. Más que nada, Yara se convertía en símbolo de rebeldía.
Para visualizar el dato histórico, les presento dos sellos de correos y un billete cubano, alegóricos a la fecha.
Billete de diez pesos cuyo diseño representa una rueda del otrora ingenio La Demajagua y en medallón al gestor de la primera contienda por la independencia de Cuba. Colección del autor.
Timbre de 4 centavos, impreso en Cuba y emitido en la época republicana, en la cual usualmente no se inscribía la fecha. El timbre presenta la campana de La Demajagua y en su interior las ruedas del ingenio. Colección del autor.
Sello de correos de un valor de 5 centavos, impreso en Cuba y emitido en 1993. Puede leerse 125 aniversario del Grito de Yara, en primer plano la figura del Padre de la Patria y al fondo las conocidas ruedas dentadas de la maquinaria del ingenio. Colección del autor.
Y les dejo una foto de un edificio que descubrí caminando una tarde por las soleadas calles de Key West. Se trata del Club San Carlos, fundado como Sociedad de Recreo e Instrucción en 1871. El edificio actual fue construido en la década del veinte, y en sus muros se insertaron ladrillos procedentes del ingenio La Demajagua.
©cAc 2005
Si les interesa saber más sobre el Instituto San Carlos, este es el link: http://www.institutosancarlos.org/
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