Acabadito de estrenar, el 104 se suma a los innumerables pasajes de Paris. Un pasaje con vocación artística que va de la rue Aubervilliers a la rue Curial en el décimonoveno municipio parisino. Puede entrarse por cualquiera de las dos calles, aunque toma su nombre del número 104 que está en Aubervilliers y que fue la entrada principal de las Pompas Fúnebres Municipales de Paris, hasta 1997. El inmueble combina hierro forjado, ladrillos y piedra, y está cubierto por una gran nave acristalada, enteriza, muy característica de la arquitectura industrial del siglo XIX.
Felizmente los promotores inmobiliarios no lograron apropiarse del edificio, gracias a que sus fachadas y cristalera fueron inscritas en 1995 en el inventario suplementario de Monumentos históricos. Seis años más tarde, el alcalde de Paris, Bertrand Delanoë, lo inscribe en la renovación urbana de la capital, en una gestión de protección y de rehabilitación del conjunto arquitectural. Las obras de rehabilitación comenzaron en el 2006 y justo acaba de abrirse el nuevo establecimiento artístico, fundamentalmente dedicado a la producción y a la creación.
Había previsto para este domingo la visita del 104 y eso hice. Saliendo de la estación Riquet, en la línea 7, caminas a la izquierda por Riquet y a cien metros te topas Curial.
Felizmente los promotores inmobiliarios no lograron apropiarse del edificio, gracias a que sus fachadas y cristalera fueron inscritas en 1995 en el inventario suplementario de Monumentos históricos. Seis años más tarde, el alcalde de Paris, Bertrand Delanoë, lo inscribe en la renovación urbana de la capital, en una gestión de protección y de rehabilitación del conjunto arquitectural. Las obras de rehabilitación comenzaron en el 2006 y justo acaba de abrirse el nuevo establecimiento artístico, fundamentalmente dedicado a la producción y a la creación.
Había previsto para este domingo la visita del 104 y eso hice. Saliendo de la estación Riquet, en la línea 7, caminas a la izquierda por Riquet y a cien metros te topas Curial.
Pero quise entrar por la antigua puerta de las Pompas fúnebres.
Desde que llegas, la luminosidad del sitio te abraza y debajo del techo acristalado te sientes una hormiga. Hay espacio y espacios para todos. Hoy fui de curioso y pasante, y durante casi dos horas me perdí en sus galerías y recovecos. La terraza interior bullía de golosos. Una pausa café puso término a mi entrada al 104 saliendo por el 5 de la rue Curial. En el Centquatre de Picasa les hice un album para que se embullen a entrar en el más reciente de los pasajes de la capital:
http://picasaweb.google.fr/carcasoliva/Centquatre
http://picasaweb.google.fr/carcasoliva/Centquatre
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