Para nadie es un secreto que soy un apasionado del país del sol naciente, y sobretodo de su cocina. Todo me gusta, todo me llama la atención, y he comido platos en casas de familias japonesas que otros occidentales no han tenido la delicadeza y mucho menos, el coraje. Al menos eso me han dicho mis amigos y creo que probando esos platos me gané su simpatía. Ayer me obsequiaron mi primer manga japonés. Nada más y nada menos que una BD en cuyos dieciocho capítulos, el protagonista, un sibarita apasionado que aprecia notablemente la cocina simple de los barrios populares, nos sumerge en el excelente mundo de la gastronomía nipona. Anoche he comenzado la lectura disfrutando de cerdo salteado y arroz blanco. La carne de puerco estaba bien frita y venía acompañada de col cruda cortada bien fina. También como guarnición, berenjena salada, una maravilla, y la consabida sopa con apetitosos trozos de puerco y de tofú. Ni qué decir del té. Cerré el libro, apagué la luz y dejé las callejas de San’ya para dormir tranquilo en Paris.
Le gourmet solitaire
Jirô Taniguchi & Masayuki Kusumi
Collection Sakka - Casterman
Le gourmet solitaire
Jirô Taniguchi & Masayuki Kusumi
Collection Sakka - Casterman
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