Pueblo costero de la Bahía de La Habana, entre las Ensenadas de Guasabacoa y de Marimelena, la municipalidad de Regla hace parte indivisible de la capital. Se llega a la localidad usando los accesos desde la Vía Blanca, aunque también puede usarse el Primer Anillo del Puerto. Sin embargo, no hay acceso más agradable que usando la habanera “lanchita de Regla” que hace la navette entre el embarcadero situado en el muelle, en la calle San Pedro, justo donde comienza la calle Santa Clara y la terminal marítima de Regla. La lanchita surca la bahía, con sus aguas turbias balanceando las vetas de petróleo escapado de los buques y sorteando a veces impresionantes cargueros. La brisa aporta todos los olores que destila la bahía y una vez desembarcado, los olores te persiguen hasta bien entrado en su centro.
La calle del Santuario no está lejos del embarcadero y la Ermita a la Virgen de Regla se encuentra fácilmente.
La Virgen de Regla, que es Nuestra Señora de Regla como santo católico, y Yemayá en el panteón yoruba de los cubanos, es la patrona de las aguas, patrona de los marineros y del puerto de La Habana. Se celebra el 7 de septiembre. Los atributos de la Virgen son varios, por la relación que tienen con las aguas: el sol, la luna, un ancla, peces y estrellas de mar, y sus colores el blanco y el azul. En las ofrendas y sacrificios a Yemayá, se utilizan el carnero, el cerdo, la tortuga, el pato, la paloma, la gallina de Guinea y el gallo.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire