La isla otra vez…

…pero con la magia expresada por la propia autora llena de amores infinitos.
La invitación a compartir con Daina Chaviano en la Maison de lAmérique latine la publicación de su libro por Buchet-Chastel no la dejé en el sobre y la puse a la vista en el buró. Piernas al descubierto, un vestido y zapatos rojos, se instalaron frente a mi a menera de recordatorio. El momento venido, descubrí un vestido y zapatos negros, y un rostro casi conocido detrás de la mesa del auditorium de la Maison. En el lugar que debió ocupar en mayo y que imprevistos no permitieron. [Ver mi publicación del 17 de junio La isla infinita de Daina Chaviano en Obras y autores en este mismo blog ] En el auditorium, una mayoría de cubanos prestos a escuchar a Daina después de haber dado lectura a pasajes de su libro, releídos en francés por su editor de Buchet-Chastel, Marc Parent. Alguien del público se obstinaba a compararla con Alejo Carpentier y a coronarla como sucesora del maestro de lo real maravillloso cubano. Creo que la obstinación llegó a mortificarla y al vuelo mi curiosidad lo notó. Felizmente, la “dama antigua” como dijo Daina que la apodaron sus condiscípulos de la escuela primaria, supo esconder la molestia con sonrisas bien sinceras. La autora de Los mundos que amo trajo su planeta a Paris y nos brindó su galaxia de hadas y espíritus isleños. Visitar el website de la escritora http//:www.dainachaviano.com/ es una buena ocasión de ver toda su obra y el abanico de cubiertas de un libro editado en buena cantidad de idiomas.