TELA: "L'économie cubaine: changements ou illusion?"
No creo que haya sido fácil para el consejero económico de Francia en La Habana su participación en la mesa redonda y los presentes notaron su ambigüedad. Su presentación giró en torno a la realidad económica y a los actores, a la visión que se tiene de Cuba desde los Estados Unidos, Venezuela, China, la Unión Europea y desde los países de América Latina. Proyecciones sobre Cuba hay muchas, y por supuesto, las que tiene la diáspora y la que tienen los cubanos del interior de la Isla. Entre 1989 y el 2001, la economía cubana fue una economía de crisis, de la que intenta salir hoy día, y para ello necesita de garantías exteriores. Fidel Castro impulsó la idea del acercamiento a Venezuela siguiendo una estrategia, una interdependencia, basada en la cooperación. Hugo Chávez asimiló la necesidad de la cooperación para hacer evolucionar Venezuela y la necesidad de petróleo y otros recursos que tiene Cuba. Esta relación estratégica desarrolló un monto de subsidios importantes con la esperanza de ver avanzar su proyecto revolucionario bolivariano. Esos subsidios ayudaron a Cuba, falta de recursos vitales, a salir del marasmo económico. El inconveniente marcado ha sido el regreso a una dependencia económica, otra vez a un solo país. Nueva economía en marcha para evitar la profundización de la crisis, y nuevos bríos tanto para la exportación (níquel, tabaco y ron) como para las importaciones (de bienes fundamentalmente), las recetas turísticas, las remesas familiares y la venta de servicios, cuyo mayor flujo es hacia Venezuela. Es decir, Venezuela promete y se convierte en el partenaire por excelencia. Luego vienen los cambios que comienzan a operarse en el 2006 y se materializan desde entonces. Raúl Castro, que aparentemente a evolucionado, persigue una nueva estrategia sobre una política económica construida sobre una política de la utopía, y se aproxima a una lógica realista. La necesidad de un nuevo aire en la balanza comercial y de servicios, la preparación de reformas estructurales y la modernización del sistema de triple cambio, el cual es aberrante, una ficción que fragiliza toda la economía cubana. Es harto conocido que asegurar el igualitarismo a través de subvenciones, no funciona, porque la población se ve obligada a “luchar”, “resolver”, desviar recursos, encontrar sistemas paralelos para subsistir. El consejero francés anota como una buena nueva la gran capacidad de adaptación de la nueva dirigencia, la ortodoxia del discurso en una economía consensual, un modelo político-económico ortodoxo fuerte, una apariencia pragmática, que le resta fuerza a la ortodoxia y gana en eficiencia. En Cuba todos los sistemas tienen su sistema paralelo. La economía se mantiene a través del sistema de reconversión operado en las fuerzas armadas. Sin embargo, las grandes orientaciones se ven limitadas por el aumento de precios en los mercados exteriores (petróleo, productos alimenticios). Para el 2008 se espera un 5% de la tasa de crecimiento. Eso quizás pueda ayudar a preparar una reforma monetaria conjuntamente con una reforma estructural. Y en todo eso, algo escapa, algo se le va de las manos a las autoridades, y es el control de la crisis social. Hay verdaderamente CAMBIOS? Pocos y muchos. En apariencia nada ha cambiado. Pero si ha habido un cambio en el estilo de gobernar y en la manera de dirigir la política económica. El señor Colombani, que insiste en que no juzga el modelo, dice que entre julio del 2007 y febrero del 2008 se produjo un cambio en el modelo autocrático hacia un modelo utópico. Es remarcable como una economía cristalizada por la crisis, conservadora, rígida, se aproxime a una visión nueva, moderna, del desarrollo. De un lado, la biotecnología, que el Medef pudo apreciar por el discurso de Carlos Lage, así como los avances en la investigación sobre la nanotecnología, que tiene a su cargo Fidel Castro Díaz-Balart. Por otro lado, el desarrollo informático. El centro de escuchas ruso del sur de La Habana, al ser desafectado, se convirtió en la universidad de ciencias informáticas que se impone como un verdadero centro de venta de servicios, toda una economía consensual. Las fuerzas armadas quieren cambiar la forma de aterrizaje, pero, y la dependencia a Venezuela? Qué se puede cambiar en una crisis potencial no muy buena?, y sobretodo, en un país donde la demografía juega una mala pasada, haciendo también crisis entre la población económicamente activa y la productividad global. Y justamente, caemos en la necesidad de una renovación generacional, de la generación que decide, que se prepara para la segunda etapa de una transición, término que las autoridades no interpretan en todo el sentido de la palabra. Si bien se maneja el término transición económica, y se avizora la firma de acuerdos con los Estados Unidos: el levantamiento parcial del embargo, la posibilidad de abrir el turismo, la exploración petrolera en el golfo, éstos son elementos que el gobierno cubano no tiene como estrategia.
El señor Colombani, un poco antes de terminar su presentación, nos acercó a la Quinta avenida del barrio habanero de Miramar donde dice que hay una valla en la que puede leerse UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE. Y a él de agregar que podría ser Un mundo posible es mejor.
No creo que haya sido fácil para el consejero económico de Francia en La Habana su participación en la mesa redonda y los presentes notaron su ambigüedad. Su presentación giró en torno a la realidad económica y a los actores, a la visión que se tiene de Cuba desde los Estados Unidos, Venezuela, China, la Unión Europea y desde los países de América Latina. Proyecciones sobre Cuba hay muchas, y por supuesto, las que tiene la diáspora y la que tienen los cubanos del interior de la Isla. Entre 1989 y el 2001, la economía cubana fue una economía de crisis, de la que intenta salir hoy día, y para ello necesita de garantías exteriores. Fidel Castro impulsó la idea del acercamiento a Venezuela siguiendo una estrategia, una interdependencia, basada en la cooperación. Hugo Chávez asimiló la necesidad de la cooperación para hacer evolucionar Venezuela y la necesidad de petróleo y otros recursos que tiene Cuba. Esta relación estratégica desarrolló un monto de subsidios importantes con la esperanza de ver avanzar su proyecto revolucionario bolivariano. Esos subsidios ayudaron a Cuba, falta de recursos vitales, a salir del marasmo económico. El inconveniente marcado ha sido el regreso a una dependencia económica, otra vez a un solo país. Nueva economía en marcha para evitar la profundización de la crisis, y nuevos bríos tanto para la exportación (níquel, tabaco y ron) como para las importaciones (de bienes fundamentalmente), las recetas turísticas, las remesas familiares y la venta de servicios, cuyo mayor flujo es hacia Venezuela. Es decir, Venezuela promete y se convierte en el partenaire por excelencia. Luego vienen los cambios que comienzan a operarse en el 2006 y se materializan desde entonces. Raúl Castro, que aparentemente a evolucionado, persigue una nueva estrategia sobre una política económica construida sobre una política de la utopía, y se aproxima a una lógica realista. La necesidad de un nuevo aire en la balanza comercial y de servicios, la preparación de reformas estructurales y la modernización del sistema de triple cambio, el cual es aberrante, una ficción que fragiliza toda la economía cubana. Es harto conocido que asegurar el igualitarismo a través de subvenciones, no funciona, porque la población se ve obligada a “luchar”, “resolver”, desviar recursos, encontrar sistemas paralelos para subsistir. El consejero francés anota como una buena nueva la gran capacidad de adaptación de la nueva dirigencia, la ortodoxia del discurso en una economía consensual, un modelo político-económico ortodoxo fuerte, una apariencia pragmática, que le resta fuerza a la ortodoxia y gana en eficiencia. En Cuba todos los sistemas tienen su sistema paralelo. La economía se mantiene a través del sistema de reconversión operado en las fuerzas armadas. Sin embargo, las grandes orientaciones se ven limitadas por el aumento de precios en los mercados exteriores (petróleo, productos alimenticios). Para el 2008 se espera un 5% de la tasa de crecimiento. Eso quizás pueda ayudar a preparar una reforma monetaria conjuntamente con una reforma estructural. Y en todo eso, algo escapa, algo se le va de las manos a las autoridades, y es el control de la crisis social. Hay verdaderamente CAMBIOS? Pocos y muchos. En apariencia nada ha cambiado. Pero si ha habido un cambio en el estilo de gobernar y en la manera de dirigir la política económica. El señor Colombani, que insiste en que no juzga el modelo, dice que entre julio del 2007 y febrero del 2008 se produjo un cambio en el modelo autocrático hacia un modelo utópico. Es remarcable como una economía cristalizada por la crisis, conservadora, rígida, se aproxime a una visión nueva, moderna, del desarrollo. De un lado, la biotecnología, que el Medef pudo apreciar por el discurso de Carlos Lage, así como los avances en la investigación sobre la nanotecnología, que tiene a su cargo Fidel Castro Díaz-Balart. Por otro lado, el desarrollo informático. El centro de escuchas ruso del sur de La Habana, al ser desafectado, se convirtió en la universidad de ciencias informáticas que se impone como un verdadero centro de venta de servicios, toda una economía consensual. Las fuerzas armadas quieren cambiar la forma de aterrizaje, pero, y la dependencia a Venezuela? Qué se puede cambiar en una crisis potencial no muy buena?, y sobretodo, en un país donde la demografía juega una mala pasada, haciendo también crisis entre la población económicamente activa y la productividad global. Y justamente, caemos en la necesidad de una renovación generacional, de la generación que decide, que se prepara para la segunda etapa de una transición, término que las autoridades no interpretan en todo el sentido de la palabra. Si bien se maneja el término transición económica, y se avizora la firma de acuerdos con los Estados Unidos: el levantamiento parcial del embargo, la posibilidad de abrir el turismo, la exploración petrolera en el golfo, éstos son elementos que el gobierno cubano no tiene como estrategia.
El señor Colombani, un poco antes de terminar su presentación, nos acercó a la Quinta avenida del barrio habanero de Miramar donde dice que hay una valla en la que puede leerse UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE. Y a él de agregar que podría ser Un mundo posible es mejor.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire