lundi 8 juin 2009

Utopía Avignon


La primera vez que entré a uno de los dos cines Utopía de Avignon creí que estaba entrando en cualquier local menos en un cinematógrafo. La fachada vidriada con su aire viejote, la terraza exterior sombreada por los muros altísimos del palacio de los Papas, el vaivén de los dependientes con las bandejas cargadas de bebidas y teteras humeantes, el café interior y el restaurant a la izquierda, señoras septuagenarias y cuarentones, muchachas jóvenes y adolescentes de mirada lejana, como casi todos los filmes que pasan. El desorden del vestíbulo cargado de afiches y prospectos, el segundo vestíbulo con sus paredes rojo encendido, y una acogida de hotel con sus bancos de madera y el mostrador de venta, la escalera de caracol, los cuadros, las estatuas, el trofeo de caza cual pared de château, breve, que además de ir por la película se va por ese ambiente la decoración que sólo puede encontrarse en la diversidad cultural que ofrece el cine Utopía. Habiendo disfrutado del filme elegido, sin trazas de publicidad ni llamados a la consumación, usted no deja el vestíbulo sin antes haberse hecho de la Gazette . Nunca falta un buen filme en sus salas. O casi todos!


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