mercredi 24 décembre 2008

Nochebuena provenzal (Roquemaure)

Desde que amanece, ya la cocina huele y el ambiente familiar es de veinticuatro. El almuerzo será ligero, aunque también será "ligero" lo que se prepara para la cena de Nochebuena. Y cómo es la Nochebuena Provenzal? Mucho ha cambiado con la modernidad de hoy día, pero bien vale recordarla, sobretodo, cuando todavía numerosas familias mantienen gran parte de la tradición.

La tradición que más ha sufrido es el ritual conocido como “Cacho-fio”, ceremonia que precede la cena para presagiar el nuevo fuego, los rayos del primer sol del año que se anuncia. El ritual consiste en encender la leña, que deberá ser de troncos y ramas del peral, del cerezo y del olivo. El encendido, delante de la chimenea, lo hace el más joven y el más viejo de la familia, que regarán la leña de vino cocido, tres veces, entonando: “que la leña se alumbre mañana será el día del pan, que el bien entre aquí, que las mujeres den a luz, que las cabras cabreen, las ovejas paran, que haya mucho trigo y harina, y de vino una cuba llena”.

Una vez encendida la leña, la familia se sienta alrededor de la mesa para el “Gros Souper”. Tres manteles blancos serán superpuestos uno sobre otro. La decoración, muy simple: tres gruesas velas blancas, símbolos de la Trinidad y de la Esperanza, ramas de cardillo rojo, a veces, rosas de Jericó y en tres pozuelos, lentejas o trigo plantados el día de Santa Bárbara, pero nunca pasado el 14 de diciembre. El menú será pobre, compuesto de siete platos en recuerdo de los siete dolores de la Virgen María. Verduras tradicionales: coliflor, cardo, apio y alcachofas servidas bien con aceite de oliva bien con una salsa blanca acompañada de anchoas. Y como toda cena simple conlleva algún pescado, el plato tradicional no es otro que bacalao seco salado.
El “Gros Souper” terminaba antes de medianoche, justo para asistir a la misa de medianoche, que en Roquemaure tiene lugar en su Collégiale, y cuyo cántico “Minuit Chrétien” es parte inseparable de su historia patrimonial. Una vez concluida la misa, y de vuelta a casa, comenzaba la cena fuerte, digna de mesas del reino de los golosos. Abundantes ensaladas, carnes, asados y vinos regionales. Al final, delicados membrillos de diversas frutas, bombones de grandes casas chocolateras, todo acompañado de exquisitos licores, también regionales.
http://es.youtube.com/watch?v=gO8aqal6Q1E (Minuit Chrétien - Toni Rossi)

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