ND des Anges en el camino a Lurs
La fundación de Lurs está atribuida a Carlomagno. En el sIX, los obispos de Sisteron, atraídos por la belleza del paraje, construyeron residencia de verano y un seminario.
Jardines y sombreadas terrazas se esconden detrás de las rústicas fachadas en piedra. Calles estrechas, cielo azul esplendoroso y siempre los Alpes casi a tocar con las manos, el campanario haciendo oficio de puerta de entrada al burgo. Todo encanta en este pueblito suspendido sobre el valle arenoso del Durance, a punto de desaparecer en la década del 50, y que cobró notoriedad por el célebre proceso judicial Dominicci.
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