A diferencia del blanco calcáreo de las calas de Marsella, las calas de La Ciotat son de un ocre sorprendente. La de Figuerolles es fantástica y renombrada por la roca conocida como Bec de l'Aigle (Pico del águila). Un islote de piedras puede interpretarse como un león echado mirando al mar y a su lado un temible escorpión. Bello trabajo escultórico que han hecho el viento y el mar sobre esas rocas color ladrillo que llaman “poudingue”.
vendredi 15 août 2008
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