La Ciotat tiene la dicha de cubrirse de un cielo incomparable. Durante la estación estival el cielo se viste de un azul, doblemente puro si sopla el mistral, capaz de competir con todos los azules del Mediterráneo. Y eso fue lo que llevó a Auguste y Louis Lumière, empresarios industriales de Lyon a rodar sus primeros filmes (“L’entrée du train en gare de La Ciotat”, “L’Arroseur arrosé”, “Le Repas du bébé”, entre otros). Una sala del Musée Ciotaden está dedicada a la invención del cinematógrafo y a la pasión creativa de los hermanos Lumière, que también realizaron las primeras fotografías a color en el golfo de La Ciotat.
jeudi 28 août 2008
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