El embarcadero está en el viejo puerto de La Ciotat, frente a la iglesia Notre Dame. En solo diez minutos, el barco hace el trayecto hasta el muelle situado en la cala Saint-Pierre. Como su nombre lo indica, la isla es verdísima por la cantidad de árboles que atesora su superficie. Para una inolvidable bañada no faltan calas de una transparencia majestuosa: la cala de Isserot, la de Seynerolles y la cala Grande, al norte. Cerca del embarcadero está La Plageolle. Subiendo a la parte más alta por senderos de pinos, se llega a un mirador desde donde puede uno orientarse fácilmente. Los alemanes la ocuparon durante la segunda guerra mundial. Durante el verano la isla acoge a grupos de jóvenes exploradores que la protegen de incendios y la cuidan con esmero.
vendredi 15 août 2008
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