Este año, la fiesta votiva en Roquemaure tuvo entre sus eventos, dos manifestaciones taurinas, las cuales no se daban en el pueblo desde hace quince años. Para la primera, el encierro, fueron cerradas todas las calles y callejuelas que desembocan en la plaza. Aunque siento un respeto bien grande hacia los toros, no quise perderme el espectáculo y sabiéndome protegido lo disfruté muchísimo. Durante el encierro, pensé cuanto le hubiera gustado a mi padre, no solamente ser espectador, sino, un buen provocador tratando de inmovilizar al toro por los cuernos.
samedi 30 août 2008
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