Y me vino a la memoria lo que contaban mis tías de mi prima Magda. Magda, desde niña, montaba patines, y ya mujer, continuó patinando junto con un grupo de muchachones con los cuales competía desplazándose por las escalinatas que bajaban hasta las márgenes del río Sagua la Grande, la “villa del undoso” como se le conoce a la ciudad del mismo nombre. Y el ejercicio de nuestra prima “marimacho” ponía a toda la familia con el corazón en la boca, así que si mis tías ven los malabares que hacen nuestros patinadores de hoy día, se persignan y cierran la puerta para no verlos!
jeudi 11 septembre 2008
Les randos parisiennes...en rollers!
Y me vino a la memoria lo que contaban mis tías de mi prima Magda. Magda, desde niña, montaba patines, y ya mujer, continuó patinando junto con un grupo de muchachones con los cuales competía desplazándose por las escalinatas que bajaban hasta las márgenes del río Sagua la Grande, la “villa del undoso” como se le conoce a la ciudad del mismo nombre. Y el ejercicio de nuestra prima “marimacho” ponía a toda la familia con el corazón en la boca, así que si mis tías ven los malabares que hacen nuestros patinadores de hoy día, se persignan y cierran la puerta para no verlos!
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