No sería posible en este blog escribir toda la vida y obra del Apóstol José Martí. De Martí pocas cosas quedan por conocerse, y para recordarlo, en este aniversario de su natalicio quiero hacerlo diferente. A través de su imagen en monedas, billetes, sellos de correos, esculturas, y otras manifestaciones les presentaré una serie de post en su homenaje.
mercredi 28 janvier 2009
José Martí y Rafael M. de Mendive, su maestro
Este sello de correos editado en 1993 conmemora el 140 aniversario del natalicio de José Martí. Aparece Martí joven y en segundo plano, Rafael María de Mendive. Qué mejor cosa que para recordar al Apóstol, hacer una lectura de la crónica que escribiera Martí sobre su maestro y que publicara « El Porvenir », en la ciudad de Nueva York en 1891 ?
Rafael María de Mendive
Y ¿cómo quiere que en algunas líneas diga todo lo bueno y nuevo que pudiera yo decir de aquel enamorado de la belleza, que la quería en las letras como en las cosas de la vida, y no escribió jamás sino sobre verdades de su corazón o sobre penas de la patria? De su vida de hombre yo no he de hablar, porque sabe poco de Cuba quien no sabe cómo peleó él por ella desde su juventud, con sus sonetos clandestinos y sus sátiras impresas; cómo dio en España el ejemplo, más necesario hoy que nunca, de adquirir fama en Madrid sin sacrificar la fe patriótica; cómo empleó su riqueza, más de una vez, en hermosear a su alrededor la vida, de modo que cuanto le rodeaba fuese obra de arte, y hallaran a toda hora cubierto en su mesa los cubanos fieles y los españoles generosos; cómo juntó, con el cariño que emanaba de su persona, a cuantos, desagradecidos o sinceros para con él, amaban como él la patria, y como él escribían de ella. De la Revista de la Habana nada le diré aquí; ni de su traducción de las Melodías de Tomás Moore; ni de su cariño de hijo para José de la Luz, y de hermano para Ramón Zambrana; ni de la tierna amistad que le profesaron, aun cuando las contrariedades le tenían el carácter un tanto deslucido, los hombres, jóvenes o canosos, que llevaban a Cuba en el corazón, y la veían, fiera y elegante, en aquella alma fina de poeta. ¿ No recuerdo yo aquellas noches de la calle del Prado, cuando el colegio que llamó San Pablo él porque la Luz había llamado al suyo el Salvador ?: José de Armas y Céspedes, huyendo de la policía española, estaba escondido en el cuarto mismo de Rafael Mendive; en el patio, al pie de los plátanos, recitábamos los muchachos el soneto del «Señor Mendive» a Lersundi; en la sala, siempre vestido de dril blanco, oía él, como si conversasen en voz baja, la comedia que le fue a recitar Tomás Mendoza; o le mudaba a Francisco Sellén el verso de la elegía a Miguel Ángel donde el censor borró «De Bolívar y Washington la gloria», y él puso, sin que el censor cayese en cuenta, «De Harmodio y Aristógiton la gloria»; o dictaba, a propósito de uno u otro Sedano, unas sextillas sobre «los pancistas» que restallaban como latigazos; o defendía de los hispanófonos, y de los literatos de enaguas, la gloria cubana que le querían quitar a la Avellaneda; o con el ingeniero Roberto Escobar y el abogado Valdés Fauli y el hacendado Cristóbal Madan y el estudiante Eugenio Entenza, seguía, de codos en el piano, la marcha de Céspedes en el mapa de Cuba; o me daba a empeñar su reloj, para prestarle seis onzas a un poeta necesitado. Y luego yo le llevé un reloj nuevo, que le compramos los discípulos, que le queríamos; y se lo di, llorando.O de un poco antes pudiera yo hablarle, cuando lo acababan de hacer director del colegio, y él estaba de novio en sus segundas nupcias, con una casa que era toda de ángeles. Los ángeles se sentaban de noche con nosotros, bordando y cuchicheando, a oír la clase de historia que nos daba, de gusto de enseñar, Rafael Mendive; o nos oían de detrás de las persianas, cuando las expulsaban por traviesas, lo que,-ante el tribunal de Valdés Fauli, y Domingo Arosarena, y Julio Ibarra, y el conde de Pozos Dulces, y Luis Victoriano Betancourt,-teníamos que decir sobre «el funesto Alcibiades» o «el magnánimo Artajerjes» o «los sublimes Gracos». Era maravilloso,-y esto lo dice quien no usa en vano la palabra maravilla,-aquel poder de entendimiento con que, de un ojeada, sorprendía Mendive lo real de un carácter; o cómo, sin saber de ciencias mucho, se sentaba a hablarnos de fuerzas en la clase de física, cuando no venía el pobre Manuel Sellén,-y nos embelesaba. De tarde, antes de que llegasen sus amigos, dictaba a un tierno amanuense las escenas de su drama inédito La nube negra, o capítulos de su novela de la sociedad habanera, donde están, como flagelados con rosas, pero de modo que se les ve pestañear y urdir, los héroes de la tocineta y del chisme y del falso dandismo.¿Se lo pintaré preso, en un calabozo del castillo del Príncipe, servido por su Micaela fiel, y sus hijos, y sus discípulos; o en Santander, donde los españoles lo recibieron con palmas y banquetes?; ¿o en New York, adonde vino escapado de España, para correr la suerte de los cubanos, y celebrar en su verso alado y caluroso al héroe que caía en el campo de pelea y al español bueno que no había querido alzarse contra la tierra que le dio el pan, y a quien dio hijos?; ¿o en Nassau, vestido de blanco como en Cuba, malhumorado y silencioso, hasta que, a la voz de Víctor Hugo, se alzó, fusta en mano, contra «Los dormidos»?; ¿o en Cuba, después de la tregua, cuando respondía a un discípulo ansioso: «¿Y crees tú que si, por diez años a lo menos, hubiese alguna esperanza, estaría yo aquí?» ¿A qué volver a decir lo que saben todos, ni pensar en que los diez años han pasado? Prefiero recordarlo, a solas, en los largos paseos del colgadizo, cuando, callada la casa, de la luz de la noche y el ruido de las hojas fabricaba su verso; o cuando, hablando de los que cayeron en el cadalso cubano, se alzaba airado del sillón, y le temblaba la barba.
Martí en Paris
En las inmediaciones de la plaza de Trocadero en Paris, una pequeña plaza lleva el nombre del Maestro. Place José Marti. Un triángulo pavimentado entre al cementerio de Passy, justo frente a su puerta principal y la avenida Paul Doumer. Dos placas adosadas a la pared de un inmueble de habitación, y una placa inscrita en una columna que recuerda la vieja « signalétique » de Paris.
©cAc-2009
Martí en La Habana
Numerosas son las estatuas que representan al Apóstol. Yo quiero presentarles aquella que fue la primera erigida en Cuba para honorar al patriota y hombre de letras. El Parque Central es un viejo espacio habanero, rodeado de ilustres inmuebles. Aunque tiene algunos cuadrantes verdes, es un sitio casi todo pavimentado. Desde 1875 y hasta el fin de la dominación española, una estatua de la reina Isabel II estaba situada en el parque. El Fígaro, un semanario habanero, lanzó una encuesta en 1899 para sondear a la población respecto a la estatua que debería ocupar el lugar que dejó vacío el de la reina. La población de la capital dio su visto bueno a la estatua de José Martí y un año más tarde, una comisión integrada por patriotas de la gesta independentista se encargó de poner en ejecución el proyecto, cuyo presupuesto que ascendió a 3500 pesos, fue obra de la cotización y suscripción popular. La estatua, realizada por el escultor José Villalta de Saavedra, fue inaugurada en 1905 por el primer presidente de la república, Don Tomás Estrada Palma y el Generalísimo Máximo Gómez. ©cAc-2004
Martí en las monedas cubanas
La efigie de José Martí está impresa en diferentes denominaciones. No he logrado tener todas las que completan la colección cubana, y las que tengo, quiero compartirlas a través de éste blog. Veamos :
Monedas acuñadas para la emisión del centenario del natalicio del Apóstol (1953) :
Monedas acuñadas para la emisión del centenario del natalicio del Apóstol (1953) :
Martí en el papel moneda de Cuba.
En posts anteriores, en la etiqueta Numismatica aparecieron las diferentes series y denominaciones de billetes cubanos. Volvemos a etiquetear billetes pero sólo aquellos en los que aparece José Martí, es decir, la denominación cuyo valor es UN PESO.
lundi 26 janvier 2009
Le Nouvel An Chinois 2009
Nous rentrons dans l'Année du buffle, selon le calendrier lunaire.
C'est la Fête du Printemps (chūn jié).
新年好
新年好
dimanche 25 janvier 2009
La devanture, visage architectural des façades
Al mudarnos a Paris, nos instalamos en un edificio de la rue Nollet durante seis meses. Nollet y rue de La Condamine era paso obligado, como lo es hoy también, porque aunque nos mudamos, sólo nos desplazamos de calle. Mi barrio comienza a transformarse desde hace poco, pero cuando nos instalamos respiraba ese aire de pueblito provinciano con multitud de viejos comercios y atelieres de reparación, y esquinas cerradas durante años. Nollet y La Condamine fue eso. En una esquina un edificio rehabilitado con mal gusto, en otra, un local polvoriento lleno de antigüedades vestidas de tela de araña, enfrente un lavatín donde se tropezaban todos los vecinos cuyo espacio vital no les permitía incorporar una lavadora en sus apartamentos, y en la cuarta esquina, la ruina interior del que fue un bar-tabac llamado Le Gitane, fachada ennegrecida por la polución, guindajos colgando de lo que fue un toldo, y cada vez, una losa de mármol (verde ?, gris ?) cayendo en pedazos, de las que enchapaban la fachada. El inmueble de esquina, degradado, despintado, agrietado y dando bandazos sus contra-ventanas. La esquina del horror. El lavatín cerró sus puertas un lunes no hace mucho, celoso de la rehabilitación del viejo local de antigüedades, que se vistió de nuevo y bien integrado al lugar. Dejando para luego las fotos que quería tomar del Gitane, me quedé sin hacerlas. Durante una ausencia el verano pasado, Le Gitane ruinoso y sucio se dejó ver, amparado por permiso de demolición. Y cuando volví, el permiso de construir flotaba en sus muros y un equipo de obreros rompía, limpiaba y daba forma a un fantasma de esquina durante mucho tiempo esperando mejor vida. A la izquierda, les presento la esquina cuando era una épicerie-boucherie del viejo Batignolles, a través de una tarjeta que compré en el último vide-grenier del barrio.
Las fotos pertenecen a una serie realizada con la intención de volver a tocar el tema de la devanture, y el trabajo que conlleva cuidar la calidad de su escritura arquitectural. Los apartamentos ya están en venta, y poco falta para dar por terminada la rehabilitación de la fachada.
©cAc-2009
A su término definitivo no estaré en el barrio y me contento con postear lo que hasta ahora han hecho. Creo que los materiales fueron utilizados juiciosamente, y aunque el inmueble hace parte de los edificios ordinarios de Batignolles, la devanture, hará remontar el valor del mismo. Compruébenlo ustedes mismos.
©cAc-2009
dimanche 18 janvier 2009
Gina Pellón entre sus pinturas en la Galerie Sellem
Alguien allegado me dijo que estaba a tiempo de ver Oeuvres Choisies, casi lo más reciente nacido de las manos apinceladas de la pintora cubana Gina Pellón, que expone la Galerie Sellem de Paris, ciudad donde la artista tiene su atelier y donde radica tiempo ha. Y tuve suerte de pasearme entre sus pinturas acompañado de Gina y un grupo de amigos que nos dimos cita en el N°5 de la rue Jacques Callot. Una tarde agrisada fría de contínua llovizna, ideal para entrar en el mundo de trazos de la artista, ligada al movimiento CoBra y cuya influencia puede apreciarse en sus retratos de mujeres. Gina, como una flor diminuta pero transpirando vitalidad, nos regaló su complicidad, su jacarosidad de buena cubana y su hablar pausado, como si también hiciera trazos con la palabra.
Izq: La Gallerie Sellem. Der: De izquierda a derecha, Gina Pellón acompañada de Sonia Atallah, Tania Assaf-Galindo, Cléa Fernández y la galerista Samantha. ©cAc-2009
Izq: La Gallerie Sellem. Der: De izquierda a derecha, Gina Pellón acompañada de Sonia Atallah, Tania Assaf-Galindo, Cléa Fernández y la galerista Samantha. ©cAc-2009
Gina ha expuesto en reconocidas galerías e importantes museos del mundo. La primera de todas, recuerda que fue en 1960, en la Klute Gallery, en la ciudad suiza de Lucerna. Las ferias Art Miami y FIAC de Paris han visto el paso de la artista y sus pinturas, están representadas en Florida por The Americas Collection. De regreso a su casa, un caballete la esperaba para seguir haciendo nuevo en este nueve del milenio. Gracias Samantha por su gentileza en los avateres de fotos tomadas. Salvo las obras vendidas a lo largo de la exposición, les coloco el resto en un álbum de Picasa:
http://picasaweb.google.fr/carcasoliva/GinaPellonOeuvres#
Izq: Obra reciente de la artista expuesta en la Gallerie Sellem. Der: Gina Pellón, feliz, rodeada de los amigos que visitaron la muestra antes del cierre, de izquierda a derecha, Guy Ruiz de Zárate, Teresa Morales, Tania Assaf-Galindo, Cléa Fernández, Juan Luis Morales y Sonia Atallah. ©cAc-2009
http://picasaweb.google.fr/carcasoliva/GinaPellonOeuvres#
Izq: Obra reciente de la artista expuesta en la Gallerie Sellem. Der: Gina Pellón, feliz, rodeada de los amigos que visitaron la muestra antes del cierre, de izquierda a derecha, Guy Ruiz de Zárate, Teresa Morales, Tania Assaf-Galindo, Cléa Fernández, Juan Luis Morales y Sonia Atallah. ©cAc-2009
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