A alguien como Padura, es difícil de presentar. Es un escritor mayor de la literatura cubana contemporánea del que me he leído casi toda su obra. Lo conocí, en Mantilla, en la casa familiar de los Padura. Me unía una buena amistad a su hermano Javier, competente diseñador, al que admirábamos mi amiga María Elena Lee y yo. Por otro lado, su señora madre es una excelente cocinera que nos sentaba a su mesa como si fuéramos sus propios hijos. Tiempos para no olvidar. Pasaron varios años desde nuestro último encuentro, que fue en mi casa de Paris, años en que no he dejado de seguir el curso de su obra, bebiéndome sus novelas traducidas al francés ( a falta de pan, casabe!) y heme aquí, frente a Padura, escuchando la presentación de La novela de mi vida. Tomo fotos, registro parte de la presentación y vuelvo a mi casa con una sarta de libros bajo el brazo pensando en Trotsky y Mercader, los dos personajes principales de su próxima novela: “El hombre que amaba a los perros”.
©cAc-2009
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(*)Leonardo Padura Fuentes, La Habana, 1955. Periodista, novelista, autor prolífico, su obra ha sido traducida en numerosas lenguas, haciéndolo uno de los escritores cubanos de mayor prestigio. Escribió su primera novela corta comenzando la década del 80 (Fiebre de caballos), luego daría vida a Mario Conde en la tetralogía Cuatro estaciones [Pasado perfecto (1991), Vientos de cuaresma (1994), Máscaras (1997) y Paisaje de Otoño (1998)]. Autor de varios ensayos (Con la espada y con la pluma; Colón, Carpentier, la mano, el arpa y la sombra, Lo real maravilloso, creación y realidad, Alejo Carpentier y la narrativa de lo real maravilloso) entrevistas, reportajes y cuentos. Otras obras publicadas son Adiós Hemingway (2001), La cola de la serpiente (2001), La neblina del ayer (2002/2003) y La novela de mi vida (2005).
(*)Leonardo Padura Fuentes, La Habana, 1955. Periodista, novelista, autor prolífico, su obra ha sido traducida en numerosas lenguas, haciéndolo uno de los escritores cubanos de mayor prestigio. Escribió su primera novela corta comenzando la década del 80 (Fiebre de caballos), luego daría vida a Mario Conde en la tetralogía Cuatro estaciones [Pasado perfecto (1991), Vientos de cuaresma (1994), Máscaras (1997) y Paisaje de Otoño (1998)]. Autor de varios ensayos (Con la espada y con la pluma; Colón, Carpentier, la mano, el arpa y la sombra, Lo real maravilloso, creación y realidad, Alejo Carpentier y la narrativa de lo real maravilloso) entrevistas, reportajes y cuentos. Otras obras publicadas son Adiós Hemingway (2001), La cola de la serpiente (2001), La neblina del ayer (2002/2003) y La novela de mi vida (2005).





Quienes prefieran la literatura de lo absurdo encontrarán en el libro de Luis A. Pérez las herramientas necesarias para regocijarse y entrar en su mundo absurdo puesto a girar al revés en la palabra de la profesora y crítica Carmen Sotolongo Valiño, que tuvo a su cargo la presentación de Cuentos personalmente absurdos, publicado por la editorial Capiro en su Colección Ulán. He aquí cómo resume Carmen Sotolongo la ópera prima de Luis A. Pérez: “




